Brian Azarello (escritor) y Lee Bermejo (dibujante) se inspiran en Batman: The Dark Knight para traer una historia realista, cínica y oscura que nos es contada desde la perspectiva de Jonny Frost, uno de los matones del Joker.
Esto hace que la lectura resulte interesante al no intentar repetir el gastado cliché de hundirse en la psique del Joker sino observando como manipula todo a su alrededor, listo para estallar de manera impredecible y violenta en el momento menos esperado y cometer atrocidades sin motivo aparente.
Azzarello no trata de hacernos entender al Joker ni mostrarlo víctima de una enfermedad mental sino que prefiere traernos a un monstruo incomprensible, una aberración que escapa al entendimiento pero que al mismo no puede catalogarse como un demente común debido a su genialidad.
La trama realmente logra captar la esencia del Joker de Heath Ledger, incluso atreviéndose a hacerlo evolucionar en complejidad y estilo. El resultado es notable y sabe confiar en el soberbio dibujo de Bermejo para traer una historia en que nada es dejado al azar sino que sirve un propósito claro.
Esto hace que la lectura resulte interesante al no intentar repetir el gastado cliché de hundirse en la psique del Joker sino observando como manipula todo a su alrededor, listo para estallar de manera impredecible y violenta en el momento menos esperado y cometer atrocidades sin motivo aparente.
Azzarello no trata de hacernos entender al Joker ni mostrarlo víctima de una enfermedad mental sino que prefiere traernos a un monstruo incomprensible, una aberración que escapa al entendimiento pero que al mismo no puede catalogarse como un demente común debido a su genialidad.
La trama realmente logra captar la esencia del Joker de Heath Ledger, incluso atreviéndose a hacerlo evolucionar en complejidad y estilo. El resultado es notable y sabe confiar en el soberbio dibujo de Bermejo para traer una historia en que nada es dejado al azar sino que sirve un propósito claro.
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